jueves, 31 de enero de 2013

HIPÓCRATES EN LE PUY-EN-VELAY


Casas en el casco
antiguo (Foto KuanUm) 

Le Puy-en-Velay en el Macizo Central francés, es una pequeña y encantadora ciudad, con una preciosa fábrica modernista  de aguardiente, un casco antiguo admirable y un paisaje impresionante. 

Vista de San Miguel y la ciudad
(Foto Tourisme de le Puy)
Además de ser una de las cabeceras del Camino de Santiago, en ella nos podemos encontrar, nada menos, que con dos elementos que han sido clasificados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: la ermita de San Miguel  y la Catedral.

 Esta última, se halla en la parte más alta de la ciudad y está formada por un conjunto de edificaciones que se fueron construyendo entre los siglos V al XV, aunque el grueso constructivo corresponde al siglo XII.

La arquitectura combina aquí las materias propias del paisaje: la arenisca blanca que se une y fusiona con la roca volcánica negra.

Son destacables también de todo el conjunto, un baptisterio del siglo XI y una elevada torre, en la parte baja de la cual se pueden observar inscripciones y restos escultóricos de diversas épocas, englobados dentro de sus muros. Precisamente al lado de la torre y de la cabecera del templo se halla una inscripción que reza así:
FONS· OPE· DIVINA· LANGVENTIBVS· Est· MEDICINA /
SVBVENIENS· GRATIS· VBI· DEFICIT· ARS ·YPOCRATIS
Por obra divina esta fuente es medicina /
Curando gratis donde falla el arte hipocrático

Se trata de dos hexámetros leoninos completos, con un paralelo en la catedral de Chartres, que pueden datarse hacia 1150-1175, en opinión de Calvin Kendal: KENDALL, Calvin B. (1998) The allegory of the church. Romanesque portals and their verse inscriptions, University of Toronto Press. 

Este investigador encuentra en la leyenda una alegoría de la Iglesia: el agua de vida es la propia institución. De todas formas, la propia presencia del pozo con agua, también nos orienta hacia el propio poder curativo de las aguas y la presencia de pozos como elementos habituales de culto. No olvidemos que la ciudad medieval se alzaba sobre otra urbe romana, que a su vez se asentó sobre un opidum galo. 

Salutem plurimam

sábado, 19 de enero de 2013

UN MUSEO LAPIDARIO: Vienne

Entrada al Museo (foto KuanUm!)
En los numerosos viajes de los últimos tiempos a Francia nos han llamado la atención bastantes cosas. Una de ellas ha sido la existencia de diversos museos lapidarios. Se trata de espacios que albergan conjuntos realmente heterogéneos de inscripciones, relieves, esculturas y objetos de un cierto volume.,n presentados de forma más o menos adecuada.Este tipo de presentación responde a  una corriente museológica  que arranca de la época de la Revolución y que arraigó con fuerza en la Francia decimonónica, continuando en el siglo XX.
Vista de una nave lateral
 (foto KuanUm!)

Es sorprendente encontar, a muy poca distancia física, museos de última generación al lado de estas venerables instituciones, que salvaguardan piezas de primer orden en unas condiciones que, a nuestro juicio, son, como mínimo, mejorables, pero que a su vez, tienen el encanto de lo "ruskiniano", de la ruina romántica.

Vista de la nave principal (foto KuanUm!)
El museo que nos ocupa se halla en la pequeña ciudad de Vienne (donde se celebró el concilio que significó el final de los Templarios) en la iglesia de San Pedro. Fue fundado gracias a la donación de Pierre Schneyder en 1807. El museo abrió sus puertas, definitivamente, en 1867.


Presentación de diversos relieves (foto KuanUm!)
Diversos objetos de cerámica (Foto KuanUm!)
Esculturas en el Museo (Foto KuanUm!)
Los objetos, por su parte, se encuentran distribuidos por la naves de la iglesia. La mayor parte ubicados perimetralmente, apoyados en los muros del edificio y, en general, amontonados los unos sobre los otros, en un auténtico batiburrillo pétreo. La iluminación se ha cuidado mucho para tratar de acentuar el evidente efecto escenográfico de los restos, y responde a la única actuación museográfica que parece haberse realizado en el lugar en bastantes años, aparte de algunos nuevos soportes férreos.

Oscillum con el relieve de un actor 
con máscara, que presenta en la parte
 posterior una bailarina (Foto KuanUm!)
Hay pocas vitrinas, y estas se concentran en la zona de la rectoría, donde se muestran numerosos hallazgos escultóricos de busto redondo y pequeños relieves alineados en diversas estanterías que llegan hasta el suelo.

Vitrina con cabezas (Foto KuanUm!)
Más allá de la presentación, la colección de objetos es magnífica, y entre todos ellos destacan sin duda los relacionados con la música, la danza y el teatro: no en vano la antigua ciudad de Viena dispuso de una compañia estable de teatro gracias a la generosidad de Decimus Valerius Asiaticus. Pero eso será otra entrada.

De todas formas, hay una serie de preguntas que nos asaltan: ¿dejaríamos este museo tal como está, con su sabor a romanticismo trasnochado, o intentaríamos cambiarlo?

Se admiten opiniones.

Venus admiradora de la colección de ánforas (Foto KuanUm!)


viernes, 11 de enero de 2013

MONO, ¡MONO!, DEL ANÍS A LA PELI... Y CON JOHNNY DEPP

Precisamente ayer tarde, haciendo la visita comentada a la exposición del Museu i Arxiu de Viladecans, sobre la nevada del 62, y contemplando las piezas que del Museo exhibimos en las vitrinas, rememorábamos historias de una de esas piezas expuestas: nos referimos a la vieja botella de anís "del Mono" que comparte vitrina con cafetera Magefesa, caja de caldo Potax y otra vieja botella de licor. 

Pues bien, resulta ser que casi todo el mundo encuentra un cierto parecido entre Mr. Darwin y la cara del mono que exhibe la rojiza etiqueta que es el logotipo de este anís con nombre de primate. Parece que el propietario de la fábrica, Sr. Bosch, tenía un mono por mascota (por cierto, la etiqueta de la botella del museo de Viladecans había desaparecido, tal vez por el hecho de utilizarse para contenedor de otros líquidos). Pero no está nada claro, según dicen, que el rostro del mono corresponda al científico inglés o al  hermano del propietario de la vieja fábrica de anís, Vicente Bosch, quien la creó en Badalona en el año 1870. Hay quien  apunta incluso que se trata del rostro de un político de la época. Sea de quien fuere la cara, esta entrada de bloc no se refiere exclusivamente a ello. 

Tampoco se quiere referir a ese maravilloso gazapo que enarbola su etiqueta desde que se diseñó, y que nunca nadie ha querido retirar, tal vez cumpliendo con un sueño de imagen propia, tal vez por ese respeto que sentimos muchos humanos a los orígenes. Nos referimos a esa palabra que enarbola la parte superior izquierda de la etiqueta, donde dice: "destillación", en lugar de destilación, ¡todo un detalle!

En fin, que todo en este producto es personal e inamovible, empezando por la misma botella. Su forma se origina en la compra de un perfume de D. Vicente a su esposa, en la place Vendôme de París, y que el tiempo hizo convertir, en un depurado formal del envase de aromas, de botella contenedor de licor a instrumento musical del pueblo, que acompañaba y acompaña las fiestas, con o sin aroma del delicioso destilado de anís estrellado producción "baetulonense del XIX".

Quien quiera leer más tiene una buena información en este artículo: "Anís del mono: 140 años dando guerra".

Lo que queríamos hoy, era plantificar una secuencia de la puesta en escena de esta magnífica botella, en una película de Donnie Brasco, protagonizada por Al Pacino y Johnny Depp, que os invitamos a buscar en la secuencia correspondiente. ¡Ahí está!


martes, 8 de enero de 2013

UNA MEDICINA ROMANA


La antibacteriana resina pino, grasas animales y vegetales (posiblemente aceite de oliva), almidón y zinc, entre otros elementos formaban parte de estas tabletas medicinales, tal vez de uso oftálmico, halladas en un antiguo barco en la costa italiana. 

DIARIO EL MUNDO

Rebecca Morelle

 Martes, 8 de enero de 2013

Las seis tabletas de unos 2.000 años de antigüedad estaban en muy buen estado de conservación.

Tras estudiar los compuestos de seis tabletas encontradas en un naufragio de la era del Imperio Romano de más de 2.000 años de antigüedad, científicos descubrieron que se trataba de un medicamento para infección ocular.


Las tabletas fueron encontradas en una pequeña caja a bordo del antiguo barco hallado frente a la costa de Italia. La investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS -Actas de la Academia Nacional de Ciencias), afirma que la medicina pudo haber sido utilizada para tratar infecciones del ojo.

Las muestras del frágil material revelaron que, entre los ingredientes farmacéuticos, contenía grasas animales y vegetales, resina de pino y compuestos de zinc."Me sorprendió el hecho de haber encontrado tantos ingredientes y que hubieran estado tan bien conservados considerando que pasaron tanto tiempo bajo el agua", explica Maria Perla Colombini, profesora de química de la Universidad de Pisa, Italia, una de las investigadoras.
El naufragio donde fueron descubiertas las tabletas data de entre 140 y 130 a.C., y se piensa que se trataba de un barco que navegaba desde Grecia por el Mediterráneo.

"La investigación muestra el cuidado, incluso en tiempo antiguos, que se ponía en la selección de la compleja mezcla de productos para poder conseguir el efecto terapéutico deseado y para ayudar a la preparación y aplicación de la misma medicina "
Dra. Gianna Giachi, Superintendencia para en Patrimonio Arqueológico de la Toscana
El material fue hallado en 1974 frente a la costa de la Toscana y analizado durante las décadas de 1980 y 1990. Pero sólo ahora las tabletas pudieron ser estudiadas a fondo.
"Utilizamos un escalpelo muy delgado para separar una pequeña capa de la sustancia que queríamos analizar", dice la profesora Colombini.
La espectrometría de masas reveló que las tabletas contenían una variedad de ingredientes.
El equipo encontró resina de pino, que contiene propiedades antibacterianas. También se detectaron grasas animales y vegetales, entre ellas posiblemente aceite de oliva, conocido porque se utilizaba en perfumes antiguos y preparaciones medicinales.
También hallaron almidón, que -se piensa- es una sustancia que se usaba en cosméticos en la era romana. Asimismo, el equipo también descubrió compuestos de zinc que, según cree, pudo haber sido el ingrediente activo en las tabletas.
Dada la composición de la medicina, los investigadores piensan que pudo haber sido para uso oftálmico.

Escritos antiguos

Descubrir medicamentos antiguos es algo raro, especialmente cuando están en tan buenas condiciones como las tabletas del llamado naufragio de Pozzino.
Mucho de lo que se sabe hoy sobre la medicina antigua proviene de los escritos de la época.
Gianna Giachi, de la Superintendencia para en Patrimonio Arqueológico de la Toscana, afirma: "Comparamos nuestros resultados con lo que escribieron los autores de la antigüedad, incluido Teofrasto (de 371 a 286 a.C.), Plinio el Viejo y Dioscórides (ambos del siglo I d.C.) y encontramos una enorme correspondencia con los ingredientes antiguos, especialmente con el uso de compuestos de zinc".
Libro medicinal antiguo
Los científicos compararon el hallazgo con la literatura medicinal antigua.
"Además, la literatura científica reciente documenta la utilización de farmacología romana en compuestos de zinc, especialmente para la preparación de polvos utilizados para el tratamiento de enfermedades de los ojos".
Giachi agrega que el estudio podría ayudarnos a entender mejor el mundo farmacéutico antiguo, que era sorprendentemente sofisticado.
"La investigación muestra el cuidado, incluso en tiempos antiguos, que se ponía en la selección de la compleja mezcla de productos para poder conseguir el efecto terapéutico deseado y para ayudar a la preparación y aplicación de la misma medicina", añade la experta.
En un estudio sobre las tabletas publicado anteriormente, investigadores de Estados Unidos llevaron a cabo análisis genéticos del material vegetal que contienen esos medicamentos.
Robert Fleischer, del Centro Smithsoniano para la Genética Evolutiva y de Conservación, encontró extractos de plantas, incluidos zanahoria, rábano y perejil, lo cual sugiere que las tabletas pudieron haber sido utilizadas para problemas gastrointestinales.

sábado, 5 de enero de 2013

COMER COSAS RARAS: ¡A COMER ROEDORES!, I. De aquí y de allá

Miguel Delibes convirtió a las ratas en el "símbolo" de la miseria de Castilla, en su famosa novela del mismo nombre, publicada en 1962. Son dos los grandes protagonistas, el Nini y su padre, el Tío Ratero, cazador de ratas para alimentarse.

  


Para sorpresa de muchos en nuestros días, el Nini no tiene nada que ver con nuestros homónimos coetáneos: es un niño de once años que vive en una cueva apartada del pueblo, vulnerable también al desahucioúnicamente con su padre, una especie de sabio al que todos acuden con dudas sobre la cosecha, la lluvia, los animales o el santoral, y que parece poseer todos esos conocimientos por ciencia infusa. 


El Tío ratero cazaba unas ratas de carne suave y de mejor gusto que el conejo. Comer ratas parecía representar uno de los mayores gozos de sus protagonistas, algo mejor que levantarse en verano a la una de la mañana para ir a las tierras a recoger la mies a tientas, echarla en el carro y llevarla a las eras. Ya se lo decía Justito, el alcalde, al gerifalte provincial"Son buenas, jefe. Fritas con una punta de vinagre son más finas que codornices".


Y es que las ratas, no hay que asustarse, amigos, han sido manjares de diversas culturas a lo largo de toda la historia de la humanidad. Naturalmente, no nos referimos aquí a comidas o propuestas extravagantes de aire contemporáneo, como la de la artista neoyonkina, Laura Ginn, creadora del proyecto ‘Mañana volvemos a paladear lo que atrapamos’, quien lleva años siguiendo una dieta de ratas y usando las pieles de estos animales para hacer distintos tipos de objetos, que ella misma atrapa.
Al rico aperitivo de rata neoyorquina

Ginn, ataviada para la ocasión con un vestido que se hizo con 300 pieles de ratas, invitó a casi un centenar de “valientes y aventureros" a una cena que ofreció en Manhattan. Los invitados, que tuvieron que pagar 100 dólares por la entrada, fueron agasajados con lo que esta peculiar mujer, modestamente describió como "una fiesta inusual", en base a "uno de los recursos realmente sustentables en una ciudad como Nueva York”, que consistía en la degustación de platos hechos con carne de ratas que ella aseguró no provenían “del metro" de la ciudad, sino de ejemplares que se utilizan para experimentos “médicos”, de una instalación “limpia y segura” de California.

La idea de rodear su vida de ratas surgió cuando Ginn pensó en que estos roedores, que inundan la ciudad, podían servir de un modo perfecto para sobrevivir. Su reto era "explorar la autosuficiencia en un entorno urbano" y "dar a la gente la oportunidad de ser realmente conscientes de su relación física con el mundo que les rodea".
Ratas cocinadas en Vietnam
Que los roedores han acompañado gastronómicamente al hombre ya desde la prehistoria no hay ninguna duda, existiendo innumerables pruebas de la aparición de su consumo en el análisis de microfauna de las estaciones arqueológicas de todo el planeta.

Actualmente su consumo es propio de gastronomías de diversas geografías: prueba de ello son los 25 millones de ratas que al año son comidas en Vietnam, como exótico manjar, fritas o a la parrilla, y en muchas ocasiones maceradas en salsa de pescado, el garum contemporáneo de los países asiáticos.

También en la cocina peruana se come algo parecido a un conejillo de indias, pero de aspecto realmente "ratuno",  que es el cuy (si te atreves, puedes ver parte del proceso de su preparación en el video filmado en la "Picantería Doña Lucila" por Paco Nadal). Conocido es el plato: de cuy frito chactado, o sea, bien aplastado en la sartén.




Pero de lo que queremos hablar aquí es de la interesante crianza de otro tipo de ratón, el lirón o glis. Y por supuesto, de quienes hicieron de ello un negocio próspero, aprovechándolo gastronómicamente hablando. Nos referimos a la cría de lirones que llevaron a cabo los antiguos romanos, y que realizaban en el interior de esas extraordinarias jaulas que llevaban por nombre glirarium.

Lo dejamos para la siguiente entrada, cuando se acomode el rey Melchor, pero antes a dormir prontito, que vienen los Reyes Magos,  y hacedlo con licencia de ronquido, como el amigo lirón que os presentamos...
Un lirón durmiendo... y roncando


 Pronto continuará...